¿QUIEN ES EL MAGO?

Las cartas de Clara

Las cartas de Clara

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“Si llorases con mis lágrimas / y rieses con mi risa. / Si mintieses con mis mentiras / Lo sabrías !”

(Rosa Sin-mas)

Fue hace solo unos días, en las tierras de Elche…

El calor era agobiante, el sol ardía y avanzamos lentamente entre el parque de palmeras que ofrecían, al unirse, sombras piadosas que olían a descanso, a viento de levante y a verde húmedo, pero las sombras y los abanicos de cartón que nos había regalado la simpática chica que atendía la oficina de turismo eran solo un ligero consuelo. Primero llegó el sofoco y luego la sensación de cansancio para finalizar con un sudor profuso que mojaba nuestras ropas empapándonos de verano en la ladera del Vinalopó, la mas pequeña de mis acompañantes aguantaba sin pestañear pero la mayor estaba tan acalorada como yo y con la lengua tan fuera como la pobre víctima de una película de Alfred Hitchcock…-

-¿Y si volvemos al “Milenio”? (El hotel)-, los ojos mis dos amigas fueron tan elocuentes como la sonrisa de un padre cuando su hijo aprieta su mano por vez primera… ¡Obviamente había que regresar al refugio del aire acondicionado en los salones del hotel!.

Una buena ducha para los tres fue un excelente y refrescante regalo de medio día en plena canícula, después nos sentamos a charlar en la paz fresquita de los salones del nuestro refugio.

Había traído en mi maleta un curioso juego de cartas de adivinación, parecido al tarot, llamado Oráculo de Luces y Sombras con los increíbles dibujos de las hadas y otros extraños personajes de Jasmine Becket-Griffith que podéis ver si perdéis unos minutos pinchando aquí .

Mi pequeña amiga Clara, de solo 13 años, me pidió inmediatamente una sesión de cartomancia y en unos instantes quedó entusiasmada con las cartas, su dibujos, y el proceso “adivinatorio” que se descubría al levantar cada naipe…. El hada roja gruñona la regañaba por haber hecho algo mal, el ángel de la alquimia le daba fuerzas y salud, mientras la sirena de las alcantarillas le enseñaba que hasta en los lugares mas oscuros puede existir la belleza y la ternura…

Quise entonces incrementar el misterio del momento y saqué de mi bolsillo una pequeña tortuga hecha con una cáscara de nuez y unos pequeños trozos de madera que hacían a modo de cola, cabeza y patas. El diminuto juguete tienes mas años que yo mismo, y esconde un viejísimo secreto (que no voy a revelar) para poder moverse aparentemente con vida propia cuando yo lo desee, los “sobrenaturales” movimientos de la tortuga de madera y cáscara de nuez acompañando a la apertura de cada carta acabaron por entusiasmar a mis dos acompañantes que miraban con sus ojos claros, asombrados y asombrosos, a cada hada parlanchina o a cada personaje gruñón sin perder de vista a la misteriosa e inquieta tortuguita.

 

Pero, para mi sorpresa, fue entonces cuando la verdadera magia empezó a producirse…

-Haz mas magia porfaaaa.. – me pide Clara mirándome con los mismos ojos irresistibles que pone el gato con botas en la conocida película de Shrek…

 

Y la Dama de Azul (esa que podía estar en dos sitios a la vez) vino en mi ayuda, una parte de mi seguía charlando sobre la adivinación y las cartas, mientras “mi otro yo”, inspirado por la mirada de mi amiga, respiró hondo como hace la paz y cerró lentamente los ojos como hace el sueño…

Recordé entonces los dibujos que me enviaba mi pequeña amiga cuando solo tenía ocho años, y sus fotos con los mas insólitos disfraces, cada papel transmitía su risa y sus palabras como un celestial magnetofón, y sentí como mis dos acompañantes, sin pretenderlo, cosían poco a poco un par de alas a todos mis deseos, y Clara, sin saberlo, en sus infantiles dibujos dejó escondido dentro de una cápsula del tiempo lo que dice el comienzo de la poesía de A. García…

En un trozo de papel / con tan solo un lapicero / dibujé una escalerita / remachada con luceros

escalera que, en este caso, me subió hasta la cima de una sonrisa para soltar desde esa altura cientos de globos, todos llenos de pensamientos con los colores de la alegría…

Pero estábamos en Elche, los globos estallaron entre cohetes de fiesta dejando caer hilos de sutura que repararon todas mis palabras descosidas… cera virgen que cerró las grietas de todos los dolores pasados y un bálsamo verde esperanza que suavizó las cuencas de las sonrisas que nunca se abrieron.

No fue necesario que mi corazón se mudara al cuerpo de una rana ni que el beso de una princesa me despertara.

Sentí a mis dos amigas reír con mi risa.

Entonces lo supe, pude leerme arrancado de mi las vocales muertas.

Abrí mis manos y las encontré llenas de toda la vida…

  • Jorge haz mas magia, -pide Clara de nuevo.- Tú eres el mago…
  • Si, Clara, si… -sonreí irónicamente- … yo soy el mago.

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