JORGE Y PABLO. -MIS DOS CEREBROS-

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Dicen que nuestro cerebro está dividido en dos mitades, es verdad, todos sabemos eso, lo hemos visto en multitud de dibujos, fotos e ilustraciones. Algunos, además, hemos tenido la necesidad de estudiarlos y tener un cerebro real sujeto con las manos en la sala de disección o de autopsias.

Si, sabemos eso de los dos hemisferios cerebrales, lo que ya no está tan claro es que –según dicen algunos psicólogos- la mitad izquierda tiene siempre un pensamiento pragmático, un pensamiento que nos dice que solo es verdadero aquello que funciona, aquello que podemos comprobar con nuestros sentidos o con las herramientas adecuadas y el hemisferio derecho sin embargo tiene otra forma de hacer las cosas mucho mas anárquica, funciona un poco a “chispazos”, dicen que es el cerebro creador, el que intuye, el del pensamiento mágico, quizás el que se emociona…

Hace unos días, el 21 de junio, estuve en una boda, un gran acto de amor, y al regresar muy tarde a casa, mi cerebro, -mis dos mitades (llamémoslas Jorge y Pablo)- comenzaron a discutir sobre la sobre la esencia de ese motor fundamental de nuestro mundo, mis dos mitades discutían sobre el amor…

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Cerebro Izquierdo (Pablo): – No seas romántico Jorge, el amor es solo física y química.. ¡Y lo sabes!, cuando encontramos a la persona deseada estrujamos un poco el hipotálamo que va a enviar un señal a esas tontorronas glándulas que tenemos justo encima de los riñones, allí, bruscamente aumentará la producción de adrenalina y noradrenalina, cuyos efectos son instantáneos…. Aumento del ritmo cardiaco (fácilmente hasta 130 pm), aumento de la presión arterial (solo la sistólica), aumento en sangre de azucáres y salida al torrente sanguíneo de las reservas de glóbulos rojos estacionados en el bazo.. –

Cerebro Derecho (Jorge): – Si Pablo, es verdad, ya lo dijo alguien en la antigua Grecia, “Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado” , pero eso que tu describes es “deseo”, ¿Qué me dices del enamoramiento?.

Pablo: – Ufff… es un poco mas complejo compañero, pero el verdadero enamoramiento tiene lugar cuando tú y yo producimos esa sustancia que se llama FENILETILAMINA (una anfetamina natural), esta a su vez nos obliga a producir dopamina (un neurotransmisor que nos da la capacidad de desear algo) y también norepinefrina y oxitocina que como bien sabes además de estimular las contracciones uterinas y producir leche son mensajeros químicos sexuales muy potentes…  la combinación de todo esto da lugar a los arrumacos y arrebatos amorosos.. En resumen es la FENILETILAMINA la que nos hacer ver el mundo de otro color, la que nos pone “tontitos”.

Jorge: – O sea, que las anfetaminas naturales, nos ponen a 100 por hora…

Pablo: – ¡Exactamente colega!, pero con el tiempo el cuerpo se va haciendo resistente a estas sustancias y la pasión se desvanece en dos, tres, o cuatro años a lo sumo. Después de ese tiempo se acaba el “enamoramiento”.

Jorge: – Mira Pablo, yo veo que el amor llega a nosotros de otra forma…

Pablo: – ¿Ah si?… ¡A ver!.

Jorge: – Es rápido y corto colega, te lo describiré a mi manera… primero todo nuestro mundo celular se queda “como quieto”, completamente enlentecido, una especie de “rum rum” sonoro llena nuestros surcos cerebrales, un pequeño milagro de actividad nace en el alma (si, si… en nuestra alma, algo que no somos ni tu ni yo), mientras, a lo lejos, entre azulados y blancos resplandores, entre acordes de un himno inefable, se vislumbra un océano de luz que avanza y se aproxima… y tus células y las mías lo presienten….  Y se ponen de puntillas las neuronas, y se abre el corazón con la sorpresa de los músculos por verlo, empiezan a tiritar nuestras arterias… y así, en unos momentos, llenos de una extraña paz, nos quedamos inundados por el REY, por el AMOR, el alma del mundo que llena la vida.

Pablo: – Ja, ya estás como siempre…   ¡Eres un romántico soñador!.

Jorge: – Puede ser, pero soy real, mas de una vez he sido yo -con mi intuición- el que ha dado con la solución de un problema, estoy aquí, contigo, metidos los dos en el mismo cráneo, no te queda mas remedio que aguantarme, no te queda mas remedio que pensar conmigo. Oye Pablo, a mi me gusta estar enamorado, pero…  ¿y a ti?

Pablo: – Tengo que reconocer que si, ¡Claro que me gusta!, pero el efecto de la etilfenilamina se agota,  ¡Con la pareja solo somos física y química!

Jorge: – Vale Pablo, no te lo niego, pero añadamos otra asignatura con la pareja…  ¡Añadamos HISTORIA!.

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Y mis dos mitades sonrieron, estrecharon sus neuronas y llegaron a un acuerdo, había que hacer historia, Jorge indagando entre libros descubrió la solución al agotamiento de la pasión en una frase de un artículo de Lola Clavero.

Para hacer historia con tu pareja hay que: “Buscar una unión sólida que basada en los vínculos de la comunión de gustos, la empatía espiritual y el compañerismo haga placer de la rutina y resista a los embates del tiempo mas allá de la carnalidad inmediata. (Lola Clavero)” 

Por su parte, Pablo que estuvo de acuerdo con la frase de Lola Clavero, pero siempre prágmatico, descubrió que esa forma de amor sosegado también tenía su base química, las “endorfinas”, aunque por fortuna para todos, las endorfinas no crean resistencias, ¡son para siempre!. Quizás sea porque AMAR ESTA EN NUESTRO CODIGO GENETICO.

Jorge y Pablo llegaron también a una afirmación plenamente consensuada… Los latidos del corazón son también una fuente de conocimiento,

Están bien la física y la química pero…. ¡Hagamos historia!.